Branding para la cosmética natural – Entrevista a LaMalvaflor
Por Virginia Martínez Puerta
Como hacíamos referencia en nuestro artículo introductorio al branding para la cosmética natural, aquí os presentamos nuestro segundo artículo dedicado a LaMalvaflor, una de las empresas españolas del sector que nos han inspirado por la calidad de sus productos y su propuesta de negocio. ¡Esperamos que disfrutéis!
LaMalvaflor es un proyecto personal de Javier, el creador de la compañía, a quien siempre le gustó lo natural. Esa inquietud suya le llevó a interesarse por el mundo de la cosmética natural y empezó a formarse en la saponificación en frío. Mediante esta técnica se elaboran jabones por un método artesanal que permite que se conserven los principios activos de los ingredientes para así lograr una gran efectividad en la piel.
Una vez instaurada la elaboración de jabones, Javier comenzó a introducir en su negocio otros productos, como aceites corporales y el bálsamo labial de manteca de cacao y karité.
Mediante la maceración de plantas (caléndula, jazmín, lavanda, centella asiática, entre otras) en aceite, se consiguen aprovechar las propiedades nutritivas de los aceites resultantes para elaborar los productos de laMalvaflor, que son 100% vegetales, “con una composición muy pura y libres de componentes sintéticos”, según comenta Javier.
A día de hoy, su producción se completa con aceites faciales, capilares, champús y una línea de productos infantiles.
Pero asegura que el salto de calidad de la compañía (laMalvaflor 2.0) se produjo cuando decidieron registrarse en la Agencia Española del Medicamento (AEMPS). Ahí, la figura de Laura, socia de la empresa y pareja de Javier, adquirió una importancia capital.
Laura es bióloga colegiada y, como tal, está capacitada para elaborar la interminable documentación técnica que va asociada a cada producto. Así mismo, lleva a cabo los controles de calidad y protocolos de trabajo. Simultanea su trabajo en el laboratorio con la dirección técnica de laMalvaflor.
A partir de registrarse en la AEMPS, comenzaron a elaborar champús sólidos. Fabricaron una variedad para probarla ellos mismos y, viendo la gran aceptación que tuvieron entre su entorno, decidieron formular las siete variedades que hoy en día tiene la marca y que representan un alto porcentaje de sus ventas.
Al preguntarle por sus valores, Javier tiene claro que la transparencia en la elaboración de sus productos es clave en su filosofía empresarial.
“No tenemos una gran cantidad de artículos, pero los que tenemos los cuidamos mucho. Utilizamos materias primas de altísima calidad y lo trabajamos todo a mano: desde la fabricación al etiquetado final. Nuestra producción es tan artesanal que, en nuestra sala de fabricación, la máquina más sofisticada que existe es una batidora. Nuestros productos apenas dejan huella de carbono, y eso nuestros clientes saben agradecerlo.”
Una de las características de laMalvaflor es que solo elabora productos sólidos y aceites vegetales. Sus productos son anhidros, es decir, que no contienen bases acuosas (como sí contienen las cremas). El único ingrediente conservante (no sintético) que utilizan es la vitamina E como antioxidante.
“Hoy en día no es fácil encontrar un negocio que elabore jabón artesano de manera “legal” (con registro sanitario) y que tenga tienda física y online. Elaborar jabón artesano es laborioso y costoso. Tenemos 19 tipos distintos de jabón y 7 variedades de champú sólido. Tampoco es fácil encontrar un negocio cosmético que trabaje con macerados de plantas”, asegura Javier.
Sus jabones se elaboran con 5 ó 6 aceites vegetales (no utilizan mantecas animales ni palma) y están en torno a 6-8 semanas curando. Sus aceites corporales se elaboran con plantas que están al menos dos meses macerando y para sus aceites faciales (sinergia de tres aceites) sólo utilizan aceites vírgenes y de cultivo ecológico. “Esto garantiza la pureza de nuestros cosméticos”, dicen desde la empresa.
Para el marketing y la comunicación de sus productos, utilizan las redes sociales y en su día trabajaron algo el posicionamiento de la web, pero realmente es el boca a boca los que les ha hecho ir creciendo y ganando poco a poco una clientela fiel.
Venden sobre todo online a través de su tienda lamalvaflor.es y tienen un espacio físico con tienda, zona de fabricación y almacén.
El 75% de sus ventas son online y piensan que ese será el futuro. Aunque aseguran que: “nuestros clientes también agradecen poder tener un espacio al que ir, ver, mirar, tocar, preguntar, oler… Para ellos es una buena combinación, ya que la tienda física tiene un horario de apertura limitado.”
Javier fue, en su anterior etapa profesional, diseñador gráfico durante más de 15 años en el entorno editorial. Por esa razón, le da mucha importancia al diseño, aunque le dedica menos tiempo de lo que le gustaría. Cree que la imagen rústica y el sencillo embalaje de sus productos transmite exactamente lo que son y lo que hacen y ayuda a “creer” en el producto.
“Hoy en día hay mucho producto natural “de diseño” con un embalaje “pseudo eco” que dentro esconde un producto que no es absolutamente natural. El nuestro, por el contrario, sí que lo es.”
LaMalvaflor vende a los países de la zona Euro; les contactan a través de un formulario en la web y los pedidos se cierran por e-mail. Poco a poco quieren ir mejorando esta forma de venta para hacerla más eficiente. Actualmente venden sus productos a Portugal, Francia, Reino Unido, Bélgica e Italia, entre otros. Los pedidos internacionales aún no son muchos, pero cada vez van saliendo más, lo que demuestra la buena salud de su negocio.
Para saber más, visita la web de la empresa: https://lamalvaflor.es/