John Thackara – el diseñador de la sostenibilidad
Por Virginia Martínez Puerta
A John Thackara (Newcastle upon Tyne, 1951) le llaman “el diseñador de la sostenibilidad”. Es el fundador y director de Doors of Perception, una productora que organiza experiencias donde innovadores sociales y diseñadores hacen propuestas sostenibles y definen cómo llevarlas a cabo. Estas experiencias aúnan sostenibilidad, diseño, innovación y negocio. Thackara se basó para ello en su trabajo como director del Netherlands Design Institute, una iniciativa creada por el gobierno de los Países Bajos para aumentar la contribución económica y social del diseño.
Desde su extensa experiencia como periodista, diseñador e investigador, ha escrito ampliamente sobre la cultura del diseño y el cambio de paradigma que ha supuesto el impacto de la sostenibilidad y la innovación social.
En sus viajes por múltiples países ha visto que es posible otro tipo de producción y comercio al que estamos acostumbrado, a la globalización. Ha sido testigo de cómo distintas comunidades producen para su entorno más próximo y cómo se ayudan unas a otras, en lugar de competir por tener un mayor poder.
El diseñador de la sostenibilidad aboga por “hacer menos en general: producir menos, consumir menos”, volver a unos valores más arraigados a la tierra y a la esencia humana, que no es por naturaleza consumista.
Lo que el ser humano desea no es consumir, sino sentirse conectado con otras personas y la naturaleza.
Entrevista en Experimenta – diseño sostenible
Publicamos aquí un extracto de la entrevista publicada en el nº 71 de la revista Experimenta (artículo completo solo bajo suscripción), realizada por Eugenio Vega.
P: Las grandes empresas usan la preocupación de la gente por el medio ambiente para reorientar sus políticas comerciales. ¿Es posible que la industria (obsesionada con el crecimiento y el consumo) pueda liderar algún tipo de cambio positivo hacia una sociedad sostenible?
R: Tuve una experiencia reveladora trabajando con un gigante sueco que se dedica a fabricar muebles para el hogar. Esta famosa compañía tiene en su haber miles de mejoras, rigurosamente probadas y registradas en lo que llaman una “lista sin fin” de prácticas medioambientalmente sostenibles. Pero lo único que no se habían atrevido a hacer es preguntarse si deben o no seguir creciendo. Más bien al contrario: se han comprometido a duplicar su tamaño en 2020; para esa fecha pretenden que el número de clientes que visita sus numerosos y enormes almacenes crezca muy por encima de los 650 millones anuales que lo hacen en el momento de escribir estas líneas, hasta alcanzar los 1.500 millones. Mientras estaba allí sentado, me di cuenta de que por mucho esfuerzo que hicieran, por muchas innovaciones y prácticas sostenibles que pudieran poner en marcha, el impacto negativo neto en los sistemas vivos de las actividades de esa empresa, será mucho mayor en los próximos años de lo que es hoy en día. Y todo por su tasa de crecimiento. En ese momento fui consciente de que comprometerse a “hacer menos daño” no significa nada si una empresa no pone en duda al mismo tiempo su compromiso por crecer. Por supuesto, si sigue creciendo, inevitablemente dejará las cosas aún peor de lo que estaban.
P: Entre los aspectos más innovadores del libro está la necesidad de un nuevo lenguaje. Hay que dejar de hablar de “hacer menos daño” para referirnos a “dejar las cosas mejor de lo que están” si queremos algún tipo de transformación positiva. ¿Cómo pueden los diseñadores contribuir a este cambio de paradigma en la comunicación?
R: En primer lugar, ¡los diseñadores deben hacer menos comunicación! Al menos deben abandonar ese tipo de comunicación que caracteriza a los medios unidireccionales y masivos. Me refiero a cosas tales como carteles o campañas que dicen a la gente cómo debe comportarse. La prioridad no es enviar mensajes, conceptos o planes de forma imperativa; la prioridad es fomentar una suerte de empatía ecológica y que, como consecuencia de ella, surjan mejores y más ricas conexiones entre las personas y los lugares. Esa empatía está latente en cada uno de nosotros, simplemente hay que dejar que se manifieste libremente.
Lo que necesitamos son detonantes positivos que despierten en nosotros la alegría de sentirnos en casa cuando estamos en el mundo natural. Aquí es donde el arte y la narración tienen sentido, porque pueden modificar nuestro interés, redirigir nuestra atención e iniciar debates de una manera que esas convencionales comunicaciones intimidatorias nunca consiguen. Decía Marcel Proust de una forma memorable que “el verdadero viaje hacia el descubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras, sino en verlas con nuevos ojos”.
Diseño consciente
John Thackara se apoya en el término “diseño consciente” para abogar por una práctica ética y responsable a la hora de diseñar, sin menospreciar la innovación social y el desarrollo tecnológico.
Algunas de sus máximas son:
– Pensar en las consecuencias de las acciones de diseño antes de ponerlas en marcha, prestando especial atención a los sistemas naturales, industriales y culturales que se encuentran en el contexto donde dichas acciones tienen lugar.
– Tomar en consideración qué material y energía está presente en los sistemas que diseñamos.
– Dar prioridad a la entidad humana y no tratar a la gente como un simple “factor” dentro de algo mayor.
– Proporcionar valor a las personas y no personas al sistema (como en la mayoría de los casos hace el marketing actual).
– Tratar el “contenido” como algo que hacemos, no como algo que vendemos.
– Tratar el lugar, el tiempo y la diferencia cultural como valores positivos, no como obstáculos.
– Centrarse en los servicios y no en las cosas, y abstenerse de inundar el mundo con artefactos carentes de sentido.
En su libro “Cómo prosperar en la economía sostenible. Diseñar hoy el mundo del mañana”, afirma que todas las comunidades del mundo están cambiando hacia una mejor economía. Con sus consejos y de manera creativa, orienta hacia la restauración de la Tierra, la conservación del agua y la recuperación de las ciudades. Asimismo, hace hincapié en la alimentación como bien común y la forma de administrarla entre todos; otros aspectos tratados son la ropa, la movilidad o la salud. En palabras del diseñador Ezio Manzini: “Lo que ofrece el libro es un conjunto de soluciones que mezcla las habilidades propias del sentido común y las formas de hacer tradicional, con las nuevas tecnologías”.
Entrevista publicada en el nº 71 de la revista Experimenta
Libro de John Thackara: «Cómo prosperar en la economía sostenible», publicado en Editorial Experimenta.
Imagen de cabecera de John Thackara